viernes, 1 de febrero de 2019

Órganos de los sentidos.

EL OJO
El ojo, junto con el nervio óptico, es el órgano de la visión. Está conformado por el globo ocular y sus anexos, entre los cuales están los músculos extrínsecos, los párpados, la conjuntiva y el aparato lagrimal.
El globo ocular está formado por tres capas: la túnica fibrosa por fuera, la túnica vascular en el medio, y la túnica nerviosa en el interior.

Túnica Fibrosa: Gruesa y resistente, se divide en esclerótica y córnea. Por dentro, en el punto de unión esclerocorneal se encuentra el conducto de Schlemm, por donde el humor acuoso es drenado.
  • Córnea: Membrana transparente en el sexto anterior del globo ocular. Es una estructura avascular que se compone de 5 capas: Epitelio anterior (apitelio estratificado no queratinizado), limitante anterior (capa de Bowman), estroma, limitante posterior (capa de Descement, membrana basal del apitelio posterior) y epitelio posterior (una capa de células planas). Las tres capa intermedias se encuentran formadas principalmente por fibras de colágena. La córnea tiene una importante inervación, proveniente de los nervios ciliares.
  • Esclerótica: Forma las 5/6 partes posteriores del globo ocular. De color blanco, está formada por tres capas de tejido conectivo (colágena y elastina) denso que del exterior hacia adentro son: la lámina espiescleral (con vasos sanguíneos), la sustancia propia y la lámina fusca. En la esclerótica se insertan los músculos extrínsecos del ojo, mientras que su cara posterior el atravesada por los vasos ciliares y el nervio óptico.
Túnica vascular o úvea: Se encuentra entre las túnicas fibrosa y nerviosa. Se divide en tres partes:
  • Coroides: El segmento posterior de la túnica vascular, delgado y de color oscuro debido a la presencia de melanocitos. Formada principalmente por vasos que viajan dentro del tejido conectivo y que disminuyen su calibre hacia adelante. Tiene cuatro capas: la lámina supracoroidea, el estroma, la capa coriocapilar y la membrana vítrea (de Bruch). Los vasos de la coriodes irrigan a la retina.
  • Cuerpo Ciliar: Segmento de la túnica vascular entre el iris y la coroides. Contiene tejido conectivo en abundancia, gran cantidad de capilares y al músculo ciliar (músculo liso), encargado del reflejo de acomodación y la producción del humor acuoso.
  • Iris: En la región anterior del globo ocular, por delante del cristalino. De forma discoide, en su centro tiene un orificio, denominado pupila, cuyo diámetro se controla por la contracción o relajación del esfínter y el dilatador de la pupila. Su cara anterior forma el límite posterior de la cámara anterior del ojo, esta porción se encuentra coloreada con tonos que van del negro al azul. El iris se compone de cuatro capas: marginal anterior (fibroblastos y melanocitos), estroma (tejido conectivo laxo, vasos sanguíneos y el esfínter de la pupila), mioepitelio (con el dilatador de la pupila) y epitelio posterior (una capa de células cilíndricas con gránulos de melanina).
Túnica nerviosa: Responsable del sentido de la vista, es donde se encuentran los fotorreceptores. Está formada por la retina, que se divide en dos porciones: una pars pigmentosa anterior a la ora serrata, y una pars nervosa, posterior a la ora serrata. La parte anterior/pigmentosa no es funcional, es delgada y cuenta con una capa pigmentaria y otra nerviosa (de células gliales y sin receptores). La pars nervosa, o retina propiamente dicha está compuesta por 10 capas de afuera hacia adentro:
  • Epitelio pigmentario: Pertenece a la pars pigmentosa, una capa de células cúbicas con gránulos de melanina. Los desprendimientos de la retina se dan a este nivel.
  • Capa de los conos y bastones (fotorreceptores).
  • Limitante externa: Con las células de Müller, forman el límite superficial externo, dan sostén a la retina.
  • Granulosa/Nuclear externa: Con los cuerpos y núcleos celulares (nuclear) de los conos y los bastones.
  • Plexiforme externa: Con los axones de los conos y los bastones, que hacen sinapsis con las dendritas de las células bipolares y de las células horizontales.
  • Granulosa/Nuclear interna: Con los cuerpos celulares y los núcleos de las células bipolares, de las células horizontales, de las de Müller y las células amácrinas.
  • Plexiforme interna: Con los axones de las células amácrinas y las bipolares, que hacen sinapsis con las células ganglionares. Las células bipolares son el primer relevo de la vía óptica.
  • Ganglionar: Con los cuerpos celulares y núcleos de las células ganglionares, que son el segundo relevo de la vía óptica.
  • Capa de fibras ópticas: Axones de las células ganglionares, forman el nervio óptico (2do par craneal).
  • Limitante interna: Formada por la membrana basal de las células de Müller y los terminales internos.

Medios de difracción: Son medios transparentes que permiten el paso de la luz hasta la retina, y consiguen la obtención de una imagen nítida. La córnea, el cristalino, el humor acuoso y el cuerpo vítreo son quienes conforman éste aparato.

Cristalino: Lente transparente biconvexa situada entre el humor cuerpo vítreo o el humor acuoso, sostenida por las fibras del aparato suspensorio (zónula de Zinn) que radían desde los cuerpos ciliares hasta la cápsula del cristalino. Se encuentra compuesto por una cápsula, un epitelio subcapsular (una capa de células cúbicas en la superficie anterior), y las fibras del cristalino, que conforman el núcleo (prolongaciones celulares llenas de la proteína cristalina)

Cuerpo vítreo: Ocupa los cuatro quintos posteriores del ojo, detrás del cristalino. Lleno de líquido, y con algunas células (hialocitos) encargadas de su producción. Es atravesado de atrás hacia adelante por el conducto hialoideo, recorrido de la arteria hialoidea durante el desarrollo prenatal.


EL OÍDO
El oído es un órgano sensorial complejo compuesto por el sistema auditivo (encargado de la percepción de los sonidos) y el sistema vestibular (cuya función se relaciona con el mantenimiento del equilibrio). Cada una de sus tres partes (oído externo, oído medio y oído interno) es un componente integral del aparato de la audición. El oído se desarrolla a partir del ectodermo de revestimiento y de componentes de los arcos faríngeos primero y segundo. 

Oído externo 
- Pabellón auricular/oreja: es un apéndice ovalado que se proyecta desde la superficie lateral de la cabeza. Está cubierta por piel fina con folículos pilosos, glándulas sudoríparas y glándulas sebáceas. 

- Conducto auditivo externo: es un espacio aéreo tubular que sigue un trayecto curvo en S itálica de unos 25 mm y termina en la membrana timpánica. La pared del conducto se continúa lateralmente con el pabellón auricular. El tercio externo del conducto tiene una pared cartilaginosa que está en continuidad con el cartílago elástico de la oreja. Los dos tercios internos están contenidos dentro del hueso temporal. La porción lateral (externa) esta revestida por piel que contiene folículos pilosos, glándulas sebáceas y glándulas ceruminosas (glándulas tubulares y enrolladas cuya secreción se mezcla con la de las glándulas sebáceas y con células descamadas para formar el cerumen).El cerumen lubrica la piel y reviste los pelos del conducto para impedir la entrada de partículas extrañas en el oído.
Oído medio 
El oído medio es un espacio lleno de aire, llamado cavidad timpánica, que está situado dentro del hueso temporal. Está es atravesada por tres huesos pequeños, los huesecillos del oído, que están conectados por medio de dos articulaciones móviles. El oído medio también contiene la Trompa de Eustaquio, así como los músculos que mueven los huesecillos.
Los tres huesecillos del oído (martillo, yunque y estribo) forman una cadena de palancas que atraviesa la cavidad del oído medio y conecta la membrana timpánica con la ventana oval. Estos huesos contribuyen a convertir las ondas sonoras en vibraciones mecánicas en los tejidos y en cavidades llenas de líquido. 
Trompa de Eustaquio: Es un conducto estrecho y aplanado que mide aproximadamente 3,5 cm de longitud. El epitelio de revestimiento es seudoestratificado cilíndrico ciliado y más o menos un quinto de él está compuesto por células caliciformes. Permite la entrada de aire en el oído medio e iguala la presión en la cavidad timpánica con la presión atmosférica. Asimismo, permite la comunicación del oído medio con la rinofaringe.

Oído interno
Está compuesto por dos compartimientos laberínticos, uno contenido dentro del otro. El laberinto óseo es un sistema complejo de cavidades y conductos intercomunicados que están en la porción petrosa del hueso temporal. El laberinto membranoso está dentro del laberinto óseo y consiste en un sistema complejo de sacos y túbulos pequeños que también forman un espacio continuo limitado por una pared de epitelio y tejido conjuntivo. 

En el oído interno se hallan tres espacios llenos de líquido: 
- Espacios endolinfáticos: están contenidos dentro del laberinto membranoso. La endolinfa tiene una composición similar a la del líquido intracelular (con una concentración alta de K y baja de NA) 
- Espacio perilinfático: está entre la pared del laberinto óseo y la pared del laberinto membranoso. Su composición es similar a la del líquido extracelular (con una concentración baja de K y alta de NA) 
- Espacio cortilinfático: está dentro del órgano de Corti y es un espacio intercelular verdadero. La cortilinfa tiene una composición similar a la del líquido extracelular.


EL OLFATO
El olfato humano es el más sensible de todos nuestros sentidos: unas cuantas moléculas, es decir, una mínima cantidad de materia, bastan para estimular las células olfativas.

Los receptores olfativos del hombre se encuentran situados en la porción superior de las fosas nasales, donde la pituitaria amarilla cubre el cornete superior y se comunica con el bulbo olfatorio.

Los vapores emitidos por las sustancias olorosas penetran por la parte superior de las cavidades o fosas nasales y, después de disolverse en la humedad de la pituitaria amarilla, actúan químicamente sobre los receptores olfativos. Los impulsos nerviosos que resultan de la activación de los receptores son trasmitidos al bulbo olfatorio y de ahí a la corteza cerebral para la formación de la sensación.

Mediante el acto de olfatear, la dirección de la corriente de aire es dirigida hacia la región olfatoria superior de la cavidad, facilitando la llegada de un mayor número de partículas olorosas hasta los receptores olfativos.

Las sensaciones olfatorias suelen confundirse con las del gusto, ya que ambas son producidas por el mismo estímulo químico. En verdad, varios alimentos son apreciados más por el olor que por el sabor.

El olfato contribuye a la iniciación de los procesos de la digestión. Así, cuando los distintos olores alcanzan el centro olfatorio del cerebro, éste envía al estómago los estímulos adecuados para que comience la producción de jugos digestivos; en este proceso interviene también la visión, de tal forma que ante la presencia de la comida empieza a producirse saliva en la boca, lo que facilita la digestión de los carbohidratos.

De todos los órganos de los sentidos, el olfato se distingue por la rapidez con que se adapta al estímulo. Ello se debe a que, cuando las células olfatorias se “han acostumbrado” a un determinado olor, cesan de transmitirlo al cerebro. Esta facilidad para dejar de percibir un olor no constituye, sin embargo, una limitación muy seria para la vida del hombre, puesto que sus adaptaciones no dependen tanto del olfato. 

Una persona distingue entre dos mil y cuatro mil olores distintos.



Membrana Pituitaria

1. Pituitaria respiratoria, por ella pasa el aire que va a los pulmones y el que sale de los pulmones. Es de color rosado y recubre la porción inferior de las fosas nasales.

2. Pituitaria olfatoria, en ella se encuentran las células olfativas, que son impresionadas por las sustancias odoríferas. Es de color amarillento y se ubica- en el cornete superior, por donde -se distribuyen las ramas del nervio olfatorio.

Nervios olfatorios

Las fosas nasales reciben dos clases de nervios:

1. Nervios de la sensibilidad general, que proceden del trigémino y a través de los cuales se perciben las sensaciones del tacto.

2. Nervios sensoriales del olfato que son los nervios olfatorios. Dentro de la cavidad craneana, cada nervio olfatorio se ensancha para formar el bulbo olfatorio, que descansa sobre la lámina cribosa del etmoides.

Del bulbo olfatorio parten numerosas ramas que atraviesan los agujeros de la lámina cribosa y se distribuyen por la porción superior de las fosas nasales.



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